EL ALOE VERA MARAVILLA DE LA NATURALEZAaloe vera

Desde tiempo inmerorila y durante siglos los científicos han rondado montañas, escudriñado desiertos, navegado litorales, explorado selvas y tierras lejanas, en busca de flores, hierbas, plantas y árboles. Han escuchado y tomado cuidadosa nota de las leyendas, historias milagrosas y extrañas supersticiones de los nativos. Han profundizado en viejos escritos y costumbres para redescubrir plantas y hierbas olvidadas que pudieran tener propiedades y efectos médicos de interés.

No resulta extraño que hoy día gran parte de las prescripciones médicas en EE.UU. contengan derivados botánicos como alcaloides, glicósidos, esteroides, etc.

El Aloe Vera, en contraste con otras olvidadas plantas medicinales, ha retenido un lugar preferente en la medicina profesional a través de los tiempos. Sin embargo sólo fueron recordados unos pocos de sus muchos usos, el resto fue descuidado u olvidado a través de los tiempos.

A través de los siglos el Aloe Vera ha sido usado por muchas culturas, como consecuencia de su eficacia en el tratamiento de las quemaduras y cicatrización de las heridas, así como el alivio de dolores. Existen documentos históricos de los Egipcios, Romanos, Griegos, Árabes, Chinos e Indios que comentan su empleo para uso medicinal y cosmético. Cleopatra, según numerosas referencias, atribuía su encanto y belleza al uso del gel de aloe.

Ya en el siglo I (D.C.), Dioscorides, médico y farmacólogo griego y autor del célebre Herbario Griego, hizo una larga y detallada descripción de sus muchas aplicaciones para las heridas, vendados, dolores, cuidado de la piel, pérdida de pelo, desordenes estomacales, quemaduras de sol, manchas en la piel, enfermedades de las encías, etc.

A medida que la civilización se fue extendiendo por zonas del globo menos templadas, el uso de Aloe fue paulatinamente cayendo en desuso, ya que la planta tropical no podía sobrevivir a los helados inviernos. Otros remedios fueron sustituyendo su uso, aunque nuevamente, y quizá de forma irónica fue redescubierto su uso. Tanto la invención de los Rayos X como el uso de la bomba atómica enfocaron la atención científica sobre el Aloe. Las quemaduras producidas por la radiación, que provocan ulceraciones casi incurables en la piel, desviaron la atención de los especialistas hacia viejos remedios populares como el uso del Aloe, con el que se consiguieron los mejores resultados.

Ha sido durante las cuatro últimas décadas del pasado siglo cuando más programas de investigación sobre el Aloe Vera se han producido en todo el planeta, aunque fue la extinta Unión Soviética quien lideró estos programas. A medida que fue extendiéndose su poder curativo, fueron muchas la empresas que se interesaron en su producción.

Desde los años '60 del pasado siglo, su popularidad, aunque lenta, ha sido continua y hoy día se siguen realizando intensivos estudios para determinar sus sorprendentes propiedades curativas. Cada año son más los que se benefician de sus efectos beneficiosos, contándose por millones los americanos que aprecian las peculiaridades de esta planta.

Aun después de más de tres décadas de intensos estudios, los científicos sólo pueden explicar parcialmente la increíble potencia no tóxica del Aloe. Su gel es una increíble mezcla de antibiótico, astringente, coagulante y a su vez inhibidor del dolor, cicatrizante y estimulante del crecimiento. Es un estimulador biogénico. El famoso farmacéutico alemán Freytag lo llama "hormona de las heridas".

Especialistas rusos, mediante experimentación en ratones y conejos, anunciaron que las lesiones inducidas respondían rápidamente. Poco tiempo después se descubrió su eficacia en el tratamiento de ulceras humanas. Sin embargo todavía se está avanzando en su estudio. Cada día aparecen nuevos artículos en publicaciones médicas de reconocido prestigio, donde se reconocen tratamientos beneficiosos contra el acné, anemia, quemaduras, acidez, úlceras, quemaduras de piel, periodontosis, eczemas, soriasis, etc.

El Aloe Vera es ampliamente conocido por ser inofensivo y no tener efectos colaterales, sin embargo, hemos de pensar que no existe nada a lo cual algunas personas no sean alérgicas. La alergia se muestra por una sensación de comezón y una erupción suave. Cualquiera puede realizar una prueba rápida poniendo un poco de jugo en la parte baja del brazo o detrás de la oreja. Si después de pocos minutos aparece comezón o erupción no use el Aloe.

 

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